Al nacer el cerebro del bebé contiene solo el 15% de las conexiones neuronales que tendrá en toda su vida y se estima que el 85% de estas conexiones1, ya estén desarrolladas a los 3 años. Se ha demostrado que estos estímulos fortalecen los procesos neurales para el aprendizaje y reducen el estrés en bebés a término y prematuros,2, 3 mejorando su estado de alerta, incrementando el amamantamiento y reduciendo el tiempo de hospitalización a 1.6 semanas.4 Desde el primer día de nacido los padres pueden empezar con pequeñas acciones que ayudarán a reducir el estrés de su bebé mediante estimulación multisensorial. Tan solo deben hablarle con voz cálida y suave o proporcionar contacto piel a piel a través del masaje, estableciendo el mayor contacto posible con él. Implementar este tipo de acciones es de suma importancia. Se observó, que los niveles reducidos de estrés (cortisol) en los bebés (n=40) que recibieron estimulación auditiva, táctil, visual y vestibular, en relación con aquellos que no fueron expuestos a esto, mostraron una disminución significativa de los niveles de cortisol a través del tiempo.3 Sin embargo, muchas mamás y papás no son conscientes de la magnitud que puede tener a largo plazo la estimulación en el desarrollo de su hijo.5
Exposición a diferentes estímulos para el bebé: cómo hacerlo y por qué
Estos son algunos de los beneficios que se pueden conseguir con una rutina de cuidados dedicada al baño y al masaje para el bebé. Lo invitamos a conocer más sobre cómo impacta positivamente cada uno de estos rituales con la estimulación de los diferentes sentidos.