Estimula la motricidad fina en tu bebé

La principal destreza es la consolidación de la agilidad para mover los dedos y las manos. Y como lo referencia el portal para la formación en desarrollo infantil en los primeros años, Help for early years providers, del Ministerio de Educación de la Corona inglesa, esto es importantísimo para su desarrollo y tiene gran influencia en su aprendizaje. A través de estos movimientos podrán escribir cuando estén en el colegio, crear figuras en papel o vestirse en poco tiempo. Afianzar esta habilidad también permitirá un progreso en el desarrollo físico que, a futuro, les ayude a reconocer todos los objetos que les rodean, adquiriendo mayor confianza durante su cotidianidad. Por otro lado, las habilidades motoras, en conjunto, influyen en las experiencias sensoriales de los niños. Estas destrezas, a su vez, rescatan los expertos australianos en el portal Child development, tienen relación con otras habilidades necesarias para el desempeño diario como la coordinación, la precisión, la conciencia posicional o el desarrollo de la fuerza. Por eso, proporcionar un entorno en el cual puedan practicarlas y mejorarlas es fundamental para que los bebés y niños obtengan mejores resultados dentro de su alfabetización temprana.

Se caracteriza por ser una etapa en la que los bebés tienen las manos muy rígidas. Hacia los tres meses sus músculos empiezan a relajarse y abrirse un poco. Un hito de motricidad fina es que intente alcanzar los juguetes que cuelgan de lo alto. Para estimular su motricidad procura que tu bebé juegue boca abajo, esta acción contribuye a fortalecer los músculos de los brazos, la espalda y los hombros. Otra opción es colocar un gimnasio con juguetes colgantes, si interactúa con ellos, podrá mejorar la coordinación de mano con ojo.

A esta edad los bebés pueden juntar, por lo general, las manos al mismo tiempo. Es probable que puedan sostener objetos durante un intervalo corto. También puede tirar y recoger juguetes pequeños. Presiona bloques suaves en sus manos para que aprenda cómo se siente agarrar objetos y de qué manera debe ubicar los dedos. Intenta que tu bebé juegue en diferentes posiciones (no solo sentado o de pie), así podrá retarse a sí mismo y desarrollará más habilidades motoras.

Los bebés en esta etapa adaptan un sistema de pinza (utilizando el pulgar y el índice) para agarrar objetos pequeños. Por otro lado, durante esta etapa pasan cosas de una mano a la otra sin dificultad. Es normal que intensifiquen su exploración con otros sentidos como la boca. Garantiza experiencias de juego sensoriales dejando que explore diversas texturas con sus dedos o que mezcle muchos ingredientes a su antojo. Vigila que tu bebé esté en un entorno seguro, pero permite que indague por sí mismo, esto ayudará a que obtenga mayor independencia.

Al cumplir un año, los hitos de motricidad fina van encaminados a la capacidad de señalar objetos, alimentarse casi sin asistencia, sostener recipientes y utilizarlos adecuadamente. Pueden aplaudir siguiendo el ritmo de la música y emplear las manos voluntariamente, ya sea para sujetar la tuya o agarrar su juguete favorito. Ata algunos hilos de colores a sus dedos para que los mueva individualmente con agilidad, así puede sentirlos e identificarlos. Por otro lado, la arcilla y la plastilina son materiales moldeables con los que se puede crear agujeros o formas, inclúyelas en su aprendizaje. Como ves, hay diversas actividades que puedes realizar sin dificultad desde la comodidad de tu casa. Recuerda que el principal objetivo es brindarle a tu bebé un entorno estimulante con colores, texturas, formas y figuras diferentes.

Si ves que tu bebé no avanza en algunos de los hitos que te comentamos anteriormente, es buena idea que consideres consultar con un profesional. Ellos podrán guiarte y practicar estudios para evaluar correctamente si hay alguna dificultad de motricidad fina en tu pequeño. Recuerda que los consejos que te compartimos son tan solo una guía, pero en ningún caso son el reemplazo de una consulta médica, por eso, ante cualquier pregunta o duda, es mejor que consultes con tu pediatra de confianza a tiempo.

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